martes, 29 de enero de 2008

Causas de la cirrosis

Las principales causas de la cirrosis son:


Enfermedades del hígado: Entre todas cabe destacar la:



hepatitis C Es la producida por infección del virus C. Se transmite por transfusiones y por contacto con la sangre infectada, por la boca y por los genitales, cuando no se utilizan medios preventivos adecuados. La madre enferma puede transmitirla al feto en el momento del parto si esta enferma y no se aplican los remedios necesarios. Es la variante de hepatitis con mayor probabilidad de terminar siendo crónica y los portadores del virus pueden infectar fácilmente a otras personas.


hepatitis B, Es la que se produce por infección con el virus B, que puede transmitirse por la sangre , a través de contacto sexual y de la madre al feto. Es muy frecuente en personas que intercambian jeringuillas y se puede transmitir a través de heridas realizadas con objetos infectados. Es un tipo de infección que presenta un periodo de incubación que puede llegar al medio año y que deja una gran cantidad de enfermos como portadores, es decir que son capaces de transmitir la enfermedad porque se les convierte en algo crónico. Puede evolucionar en un cáncer de hígado o en una cirrosis. Es una enfermedad más grave que la anterior dado que un 1 % de pacientes suelen fallecer durante el periodo álgido de la misma. Es la principal causa de cáncer de hígado. Existe vacuna para esta enfermedad.


Hígado graso no alcohólico: El hígado aumenta de tamaño por acumulación de grasa. Esta enfermedad evoluciona no muy frecuentemente hacia una cirrosis. Aunque no se conocen sus causas exactas, parece estar relacionada con otras dolencias como obesidad, diabetes, o colesterol y es mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres.


Otras enfermedades del hígado: Otra enfermedades que produce muchos casos de cirrosis son las enfermedades de los canales biliares intrahepáticos, las hemocromatosis ( mala metabolización del hierro con acumulación de este en el hígado) la enfermedad de Wilson (mala metabolización del cobre con acumulación de este en el hígado) o las infecciones prolongadas del hígado.


El alcoholismo es otra de las causas principales de la cirrosis, siendo la principal causa en los hombres y la causa más frecuente en los países occidentales. El hígado es uno de los órganos más afectados por el consumo constante de alcohol, dado que es el encargado de limpiar esta toxina de la sangre. El hígado puede resultar afectado después de muchos años de beber, a veces sin llegar a emborracharse nunca. Las células del hígado se mueren y, en su lugar son sustituidas por células fibrosas que no ejercen su función pertinente, por lo que el hígado no funciona bien.
La solución obligatoria consiste en abandonar el alcohol y tratar al enfermo para que las células sanas puedan seguir trabajando con normalidad. El desarrollo de la cirrosis en bebedores depende de las características personales de cada bebedor o bebedora, de la cantidad de alcohol ingerido y del tiempo que este se ingiere.
No todos las personas que beben desarrollan cirrosis, pero esta demostrado un tercio de las personas que beben entre 250 a 500 gr de alcohol durante más de 15 años desarrollara cirrosis. Hay personas que tienen muy poca tolerancia al alcohol y pueden desarrollar esta enfermedad al beber diariamente una pequeña cantidad.


Intoxicaciones de productos tóxicos ( naturales o químicos, entre estos últimos los medicamentos ) : Muchos productos son nocivos para el hombre. El hígado es el órgano que tiene que limpiar estos productos del organismo. La intoxicación por ciertos medicamentos, productos químicos, ciertas plantas, productos contaminantes ambientales, etc puede conducir a la cirrosis hepática.


Enfermedades genéticas: Ciertas enfermedades genéticas pueden favorecer la aparición de la cirrosis, como la mala metabolización de ciertas substancias en el hígado. Por ejemplo:
La enzima alfa-1-antitripsina, producida por el hígado, tiene la función de proteger a los pulmones de las toxinas inhaladas. La imposibilidad por parte del hígado de liberar esta enzima a a la sangre ocasiona enfermedades pulmonares y puede ser responsable de la aparición de cirrosis.


La falta de galactosa-1-fosfato-uridiltransferasa es responsable de la galactosemia, una enfermedad congénita caracterizada por la incapacidad del organismo en digerir la lactosa y galactosa de la leche, lo que produce un mal desarrollo de los bebes y una posible cirrosis.

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