martes, 6 de noviembre de 2007

Dolor picaduras de insectos

Introducción

Se puede afirmar que las reacciones alérgicas a picaduras de insectos son tan antiguas como la vida misma. De hecho, en los jeroglíficos de la tumba del faraón Menes queda reflejada su muerte debida a la picadura de una avispa. En la actualidad, las reacciones alérgicas causadas por picaduras de avispas, abejas e incluso por determinadas hormigas, siguen siendo un serio problema médico.

Epidemiología

La prevalencia de sensibilización a veneno de himenópteros varía entre el 15-25% de la población general, aunque en grupos especialmente expuestos, como los apicultores, esta puede ascender hasta el 36%. Aproximadamente en el 30-40% de los individuos que han sufrido una picadura, se detecta una sensibilización, que puede desaparecer espontáneamente hasta en la mitad de los casos, en un periodo de tiempo comprendido entre 2-3 años.

La mortalidad achacable a este tipo de alergia no es bien conocida existiendo importantes diferencias entre los distintos países (1 caso al año en Dinamarca frente a 40 casos al año en USA, pasando por 16-38 casos al año en Francia). Muy probablemente, la mortalidad por estas picaduras es mayor de lo que se piensa pues un tanto por ciento importante de casos de muerte súbita de causa no conocida parecen deberse a este motivo. En España carecemos de datos al respecto hasta la fecha.

La prevalencia de reacciones generalizadas (en todo el cuerpo) entre la población general oscila entre un 0,8 y un 3,9%. Nuevamente, entre apicultores, esta tasa asciende a un 3,3 - 42% existiendo una correlación inversa entre el número de picaduras al año y la probabilidad de sufrir una reacción sistémica de tal forma de que cuantas más picaduras sufren, menos probabilidad. Según estos datos, se calcula que sólo entre el 5-15% de pacientes sensibles a veneno de himenópteros padecerán una reacciones genralizada.

En cuanto a las reacciones locales (hinchazón, enrojecimiento y picor en el punto de picadura), se estima una frecuencia de entre el 3,1-17%. No obstante, entre el 20-50% de este tipo de reacciones son debidas a un mecanismo tóxico.

Diagnóstico

El diagnóstico de alergia a veneno de himenópteros se basa en una cuidadosa historia clínica que permita, ante todo, clasificar el tipo de reacción (local o sistémica), y la identificación del insecto (en función de las características del mismo y la presencia o no de aguijón). Posteriormente, el diagnóstico se confirma con la realización de pruebas cutáneas y la determinación de IgE específica en sangre al igual que en el resto de procesos alérgicos.

Tratamiento

Normas generales

Los pacientes alérgicos a veneno de himenópteros deben adoptar una serie de precauciones:

Tratamiento sintomático

En las reacciones locales leve-moderadas se deben aplicar medidas locales como hielo o compresas frías y posteriormente alguna crema de corticoide. En las reacciones locales severas, además de lo anterior, suele ser necesario administrar un antihistamínico oral y en determinados casos, incluso también un corticoide oral. Las reacciones generalizadas han de ser tratadas como cualquier anafilaxia de otra causa, con adrenalina subcutánea. Además, es conveniente administrar un corticoide y un antihistamínico oral para prevenir la reacción tardía.

Tratamiento específico

La Inmunoterapia con veneno de himenópteros se viene utilizando desde hacer más de 20 años en todo el mundo con un alto índice de protección (90-95% de pacientes que han sufrido reacciones generalizadas no vuelven a padecerlas tras seguir esta modalidad de tratamiento).

Suele emplearse en pacientes adultos con pruebas diagnósticas positivas que hayan presentado reacciones genralizadas así como niños cuya reacción generalizada no sea exclusivamente cutánea sino que también implique algún otro órgano (aparato respiratorio, circulatorio, digestivo, etc). En único método válido para comprobar la eficacia de la Inmunoterapia con veneno de himenópteros es la repicadura espontánea o provocada.

Aunque no existe acuerdo general sobre cuando parar este tratamiento, se admite que se debe mantener, como mínimo, entre 3-5 años, siendo aconsejable disponer de alguna constancia de la eficacia de la misma, sobre todo a través de una repicadura, bien espontánea o bien provocada, bien tolerada.

0 comentarios:

Design konnio.com

eXTReMe Tracker