Preparate una mascarilla con un huevo batido y una cucharada de miel y aplicatela durante unos veinte minutos aproximadamente, hazlo sobre el rosto limpio y después lavatelo con agua templada y aplicate un tónico sin alcohol. Verás que con este truco casero conseguirás que tu rostro a pesar del frío no se irrite ni se escame.
lunes, 18 de febrero de 2008
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