Las hemorragias genitales tienen diferentes orígenes: problemas hormonales, endometriales, irritación del cuello uterino, tumores, placenta previa, amenaza de aborto, etc. Todas esas hemorragias pueden simular menstruaciones, confundiendo el diagnóstico. Infortunadamente estas hemorragias suelen tratarse a ciegas (sin exámenes que respalden diagnósticos) con estrógenos, con lo cual si desaparece la hemorragia, pero se agrava el problema, porque los estrógenos estimulan el crecimiento de los tumores y especialmente del cáncer; o en el caso de existir un embarazo no detectado aún, los efectos sobre el bebé son catastróficos.
lunes, 28 de enero de 2008
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