PROPIEDADES DE LAS ENDIVIAS

ENDIBIAS, BÁLSAMO PARA LOS INTESTINOS







La ENDIBIA es la variedad cultivada de la endibia de Brusselas ( Cichorium endibia ), planta muy relacionada con la achicoria amarga ( Cichorium intybus).

Todas ellas de la familia de las compuestas. A diferencia de las especie silvestre que puede cultivarse al aire libre, la endibia que se vende para el consumo se cultiva mediante una técnica de forzado ( método Witloof ) para que no le de la luz a las hojas y adquieran el aspecto tierno y blanquecino que las caracteriza. Lo que se destina al consumo son los renuevos de las hojas tiernas que crecen en el segundo año de su ciclo vital.

La especie silvestre de endibia resulta muy amarga al gusto y presenta hojas rizadas de color verde oscuro por la presencia de clorofila en las hojas. Utilizando técnicas artificiales de cultivo, se consigue una variedad que, al no darle la luz y no poseer clorofila, resulta de color blanco con hojas lisas y, al mismo tiempo, se consigue atenuar el gusto tan amargo de la especie silvestre, lo que la hace más agradable al gusto, conservando una cierta amargor de la planta silvestre, lo que le da ese toque tan especial.






Las endibias son un buen recurso para complementar nuestras ensaladas en verano. Aportan mucha agua y muy pocas calorías.


La endibia, al igual que la achicoria, es muy rica en fibra por lo que resulta extremadamente útil para regular el transito intestinal, evitando la acumulación de heces en el intestino lo que, por una parte, evita el problema del estreñimiento y, por otra parte, ayuda a evacuar del intestino aquellas substancias tóxicas, especialmente metales pesados, que serían nocivas para el organismo y podrían producir enfermedades por acumulación de los mismos en la sangre, entre ellos los cánceres, como el de colon.

Esta verdura constituye un bálsamo para el aparato digestivo. Por su riqueza en mucílagos, protege la mucosa intestinal, previniendo inflamaciones y evitando la aparición de ciertas anomalías gástricas como gases ( meteorismo) acidez de estómago, etc. Una buena ensalada de este alimento como entrada puede constituir un buen recurso para que la comida nos siente bien.

Muy baja en calorías, con casi un 94 % de contenido en agua y con propiedades diuréticas, resulta muy adecuada en las dietas de adelgazamiento ya que favorece la eliminación de líquidos corporales incrementando el flujo de la orina y ayundándonos a perder peso.

Al igual que la variedad silvestre, mejora la circulación al fluidificar la sangre y permitir que esta circule mejor, ayudando a eliminar las concentraciones de grasa que puedan haber en ella, por lo que ayuda a disminuir el colesterol y previene la arteriosclerosis, dos alteraciones metabólicas que podrían causar daños vasculares tan importantes como infartos o derrames cerebrales.

Por la particularidad de su cultivo, podemos decir que esta planta posee muy poca vitamina C, que un vegetal solo puede sintetizar con la presencia de la luz, aunque si que posee minerales interesantes, principalmente calcio y magnesio y bastante rica en provitamina a ( Betacarotenos) , lo que le otorga propiedades antioxidantes y anticancerígenas. Por todo ello no debemos desdeñar esta verdura de nuestra alimentación. Por sus propiedades beneficiosas para el aparato digestivo y circulatorio, así como por su sabor peculiar, es un alimento que debería figurar en nuestras comidas de vez en cuando. La mejor manera de comerla es cruda en ensaladas, especialmente cuando se acompañan de la salsa adecuada como son las de yogur y queso.



Receta de endibias al queso de Roquefort
Ingredientes:

4 endibias
100 gr. de queso de Roquefort
200 gr. de nata líquida
Tomillo triturado
Preparación:

Lavar las endibias y partirlas a lo largo por la mitad. Preparar la salsa de Roquefort ( Se pone en una cazuela el Roquefort a fuego lento y se añade la nata, removiendolo todo hasta que espese)
Colocar las endibias en una fuente redonda en los bordes de la misma en forma de círculo, cubrirla con la nata y espolvorear unas hojitas de tomillo triturado




Composición de la endibia por cada 100 gr.

Cruda
Agua 93,7 gr.
Energía 17 Kcal
Grasa 0,20 gr.
Proteína 0,89 gr.
Hidratos de carbono 3,3 gr.
Fibra 3,1 gr.
Potasio 314 mg
Fósforo 28 mg
Magnesio 15 mg
Calcio 52 mg
Sodio 22 mg
Vitamina C 6, mg
Vitamina B2 0,07 mg
Vitamina B6 0, 02 mg
Vitamina A 2050 IU
Vitamina E 0, 44 mg
Niacina 0,4 mg