jueves, 31 de enero de 2008

El dolor del cuello y las cervicales

Los DOLORES DE LAS CERVICALES son sensaciones desagradables que se localizan en el cuello o que se irradian en zonas próximas al mismo y que producen una dificultad en los movimientos del cuello.

Los músculos del cuello ejercen un trabajo constante al tener que sostener la cabeza recta ,cuyo peso mediano se estima en unos 4 k, por lo que están continuamente tensionados. Una tensión excesiva causante de un trabajo repetitivo o en una posición dificultosa puede someter a estos músculos a un estrés demasiado elevado que se manifiesta en forma de contracturas musculares. El nerviosismo, la ansiedad se reflejan en esta zona causando mayor tensión y dolor en el cuello.

También las vértebras de la zona del cuello, sometidas a un continuo roce, por los movimientos de la cabeza sufren un desgaste superior a otras zonas del cuerpo que es el causante de muchos dolores en la zona cervical.

Todo ello determina que la pesadez, la rigidez o el dolor del cuello sea uno de los principales motivos de dolor para todas las personas independientemente de la edad, raza o sexo. Esto se da especialmente en personas que fuerzan más los músculos del cuello, como los peluqueros que deben sostener su cabeza inclinada hacia delante durante muchas horas o los informáticos que trabajan sentados delante del ordenador y deben mantener la cabeza rígida durante mucho tiempo. También son muy comunes las lesiones en el cuello producidas en accidentes de tráfico, especialmente como consecuencia de los "latigazos" que sufre el cuello cuando el vehículo en el que viajamos es embestido por detrás.


TIPOS DE DOLOR :

El dolor de las cervicales puede ser:

- Agudo: cuando se presenta de una manera brusca. Suele ser el resultado directo de un tirón o un esfuerzo momentáneo demasiado fuerte lo cual produce una lesión en los músculos del cuello.

- Crónico: Es el dolor que aparece de una manera recurrente y puede ser el resultado de muchas causas.



SÍNTOMAS:

Pesadez en el cuello, dolor, dolor en la zona superior de la espalda, rigidez en el cuello, los hombros, etc.


CAUSAS:

- Síntomas físicos de una enfermedad o anomalía: Hay algunas enfermedades o anomalías en las zona cervical que pueden producir dolor cervical como alguno de sus síntomas. Entre estas podíamos mencionar enfermedades que producen una inflamación de la zona como las enfermedades reumáticas, la fibromialmia, o el crecimiento de tumores en el propio cuello o en la columna; problemas de la columna vertebral como las hernias cervicales o los defectos congénitos de las vértebras del cuello; manifestaciones de infecciones como la meningitis o las paperas; problemas de los huesos como la osteoporosis o la artrosis; etc,

- Esfuerzos momentáneos físicos: causantes de alguna lesión en los músculos o en las vértebras cervicales. Entre los principales podríamos mencionar los traumatismos, los accidentes de coche, los golpes, las lesiones deportivas, etc.

- Esfuerzos o tensiones continuadas en la zona cervical. Cuando los músculos o las vértebras del cuello son sometidas a tensiones continuadas pueden producir con el tiempo dolores en esta zona. Entre los más habituales se encuentran las malas posturas cuando se esta sentado, como en el caso de los oficinistas o los taxistas; las posturas forzadas en el trabajo con una posición que se fuerza el cuello o los hombros como el trabajo de la peluquería, la confección, el trabajo continuado ante el ordenador, etc.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO:

La presencia de dolores en la zona cervical requiere la visita al médico o especialista para que diagnostique las razones que producen este dolor. Esto se hace particularmente necesario cuando el dolor en el cuello va acompañado de otros síntomas como la rigidez o la fiebre. En este caso, el médico deberá descartar la posible existencia de una enfermedad infecciosa.

Cuando se ha sufrido algún tipo de traumatismo fuerte ( caída, accidente de coche, golpe, etc) y se ha experimentado un " latigazo" o pinchazo fuerte en el cuello, se deberá acudir con prontitud al médico.

El diagnostico requerirá, además de una historia clínica del paciente donde éste de a conocer al médico sus actividades habituales, una exploración física de la zona u zonas próximas. El médico podrá utilizar radiografías u otras pruebas para descartar posibles tumores. Los análisis de sangre determinarán si existe alguna enfermedad infecciosa o reumática que produzca estos dolores.

El tratamiento del dolor de espalda supone en la mayoría de los casos un cambio en los hábitos de trabajo o en los instrumentos utilizados en el mismo que reduzcan la tensión en la zona. La disminución del estrés en general redundará en una menor tensión en el cuello.

Cuando el dolor es resultado de una enfermedad, deberá tratarse la misma para eliminar sus posibles síntomas.

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